Montse tomó mi amistad a la fuerza, con la resignación propia de quien tiene que aceptar a la novia del amigo, que al mismo tiempo es la nueva en el trabajo. Claro, con el tiempo nos nació una complicidad y una comunicación más parecida a la de dos colegialas que se sientan juntas que de lo que realmente eramos. Así fue como me contó sus amores, uno tras otro, despepitando los detalles de cada recuerdo, principalmente de recuerdos con voces graves.
Fue mi primera amiga después de la escuela. Algunos años mayor que yo, muchos amores adelante y sin embargo, tantas independencias menor. Ella fue la que me llevó a que me leyeran por primera vez las cartas, y no me juzgó mientras nos platicaban mi supuesto futuro tan turbio y tan traidor en tantos aspectos de mi vida. Puso su mano en mi hombro cuando las cartas me confesaron la resurrección de mis muertos, y los nacimientos de otros futuros.
He aquí la primera persona significativamente importante en mi novedosa vida de adulto.
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1 comentario:
:D y ;)
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