21 de mayo de 2011

Tengo un Gato. Un gato que me mira mientras bailo... ni siquiera sé por qué bailo.

Hace unos días, mientras comía a solas en un restaurante de comida oriental en el Distrito Federal, una mística y dulce chica de kimono azúl como el mar profundo me ofreció sonriendo una de esas galletas de la fortuna.

"No te preocupes por el futuro"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El día que escribas un libro, no voy a ser la primera en leerlo, pero sí la primera en leerlo con la emoción de cómo si fuera el primer libro que he leído.
Truce?

Gomita de Naranja dijo...

Jjajaja, Tregua. Cómo estás?