Hace unos días, mientras comía a solas en un restaurante de comida oriental en el Distrito Federal, una mística y dulce chica de kimono azúl como el mar profundo me ofreció sonriendo una de esas galletas de la fortuna.
"No te preocupes por el futuro"
2 comentarios:
El día que escribas un libro, no voy a ser la primera en leerlo, pero sí la primera en leerlo con la emoción de cómo si fuera el primer libro que he leído.
Truce?
Jjajaja, Tregua. Cómo estás?
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