21 de diciembre de 2008
Limpieza
Desocupé todos los cajones. De arriba a abajo, de derecha a izquierda, cada carpeta, cada cajita y cada escondrijo que se hiciera en el fondo de cualquier canasta. Tiré inimaginable cantidad de escritos de letras minuciosas y pacientes, pobres! jamás los leyó nadie, nisiquiera yo antes de tirarlos. Me resigné. A veces una tiene que ir tirando por la borda muchas cosas para avanzar. Unos zapatos rojos, Los Zapatos Rojos, ESOS. Cómo me gustaban! Cuanto los quería! pero ya estaban casi inservibles. Todas mis plumas de gel de colores, seguro eran más de 50. Quité las cortinas, tiré aquel letrero que me hicieron para mi despedida (porque en realidad no me fui, o sí?). Estoy consternada... Creo que eso pasa cuando de repente te despiertas y te das cuenta de lo insignificante que eres con respecto a todo lo demás, lo estúpido que resultó siempre preocuparte por tantas cosas, lo poco que intervienes en todo, lo rápido que creces, lo lento que avanza tu conciencia. Sigo preguntándome cuando será el momento en el que comprenda lo suficiente, o el momento en el que me despierte alguien y darme cuenta de que ya viví o que apenas voy a empezar a vivir. Mi mamá tiene una obseción con sus inexistentes nietos, últimamente. Mi papá se encuentra demasiado relajado con respecto a los noviecitos de mis hermanas. Mi hermana de 17 años (cuando pasó eso?) no se despega del celular, no sale de su cuarto y no se despierta antes de las 2 pm. Mi hermana de 14 es la niña que siempre quise ser y no tuve las agallas, claro con sutiles diferencias, he estado imaginándome viviendo con ella en guadalajara (porque sigo pensando que me iré a guadalajara) prestándole el carro, llevándola de compras, regañándola por llegar borracha de clases... creo que me ataca algo en el cerebro, definitivamente. Aloo tiene un novio que hace el mismo esfuerzo que yo por no pelear (peleas entre nosotros, no entre ellos), y un nuevo novio en casa parece que viene con una familia postiza que absorve mucho tiempo. Una suegra que la pone a hacer manualidades, y una cuñada que le hornea cosas... me salí de la ecuación, en algún punto. Miguel apenas y ha terminado cursos, claro, como debe, se quedó en obregón con su novia todo el tiempo que el excedente de permiso se lo permitió. Y en realidad estoy tan felíz por ambos! tanto!! Estaba harta de mis perpetuos solterones. Ahora me pregunto si se hartarán de mi ahora que no sólo tengo tiempo libre a disposición (cosa que siempre he tenido para ellos cuando estoy en culiacán), sino que tengo toda esa ilusión vacía. Intento brincotear por todos lados y preguntar cada insignificante detalle de sus vidas, veo fotos de mis hermanas y me ofresco a hacer todos los mandados. Lavo cuanto ensucio y cuanto no. Hago por mi misma todo aquello que antes me parecía castigo o exceso: Limpio minuciosamente cada pliegue de la madera de las patas de las sillas del comedor (nunca usamos el comedor). Acomodo compulsivamente los regalos bajo el arbol, no dejo que se quede un solo vaso fuera de su lugar en la cocina. No encuentro como ajustar un foco del candil de la escalera que parece estar flojo... Necesito crecer, y es que ahora soy la más bajita de mi casa. Intento no encender la computadora, a menos que sea para poner música. Me pregunto si el i-phone será compatible con las bocinas de los i-pod. Me pregunto también si será posible lograr que mi madre deje de sobre-alimentarme, voy a llegar a Buenos Aires rodando! Igual interrogo al futuro para ver si mi papá va a perdonarme un día por perder el celular; que en realidad no sé... he tenido ese número casi 4 años! no lo va a superar facil, eso es un hecho pero siento un alivio muy grande cuando busco un número y no lo encuentro en el chip de mi hermana. El de los 4 grandes imperfectos y yo nos volvimos a hablar. Yo le hablé, siendo honesta, de pronto me sentí un poco estúpida al recordar porqué no le hablaba. También fui después de tanto tiempo de resistirme a una de esas reuniones, bueno... fue un cumpleaños, tengo que admitir que el grupo de las populares preparatorianas de la escuela de señoritas en faldas largas sigue sin ser un lugar propicio para que respire tranquila, aún siento que se puede venir una puñalada contra mi yugular. Ya van por la segunda ronda de hijos, por cierto, lo cual resulta suficiente para hacerse sentir extraña a una muchacha de 20 años. Reacomodé el librero para que cupieran algunos libros que había sobre el resto de los muebles... hice mucho hoy. estoy tan cansada!
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2 comentarios:
Estamos en paralelo. Yo estoy en la estancia y no me agrada la idea de estar ahí sin instrucciones claras de la facultad y sin que me paguen, ya no quiero regalar mi trabajo porque sé que es valioso. Tampoco deseo regalar mi tiempo porque ansío hacer otras cosas, me hace falta tomar café, fumar y tomar cerveza con gente que quiero y que ya no veo tan seguido. Comienzo a extrañar a algunos compañeros de la licenciatura y estoy seguro que esa última clase de marco legal fue la ocasión de nuestro encuentro final pero ellos no lo notaron. Me dan más ganas de estar en mi casa y ser servicial, también, todo lo hago con una extraña pasión, cuando barro y trapeo el piso de la casa incluso lo hago dos veces. Siento que es una época extraña en mi vida, pero todas lo han sido y cada una distinta. Termino el día cansadísimo y todavía no se me quitan los nervios de la primera semana en un lugar nuevo. Siento que salgo tardísimo y que no me alcanzará tiempo de hacer otras cosas. Me imagino como será la vida laboral. Me hace falta contacto y convivencia al punto en que sueño tangibles mis fantasías. Esta semana hubo otro rechazo sentimental pero el mundo no se acaba, aunque no tengo ilusiones por el momento, sólo necesito a mis amigos, viejos y recientes. Estamos en paralelo pero ojalá un día nuestras líneas se encuentren.
Jaja, que yo sepa sí son compatibles los iPhones con los iPods (O sea las bocinas)
Y cierto ¡Te vas a Buenos aires! Espero que te vayua bien, luego me cuentas. Y eso de tirar cosas, yo también lo he hecho.
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