ChrisTian

Lo vi levantarse de su silla cuando ya había terminado mi examen. Me alarmé, pues en algún recodo perdido de mi ser, sabía que si me levantaba detras de él, Rocío no dejaría de reclamarme despues... pero, y que? Era mi día de suerte... Me levanté y puse mi examen en el escritorio de Maldonado antes que él. Maldonado sonrió. Le sonreí a Maldonado. Me guiñó un ojo complice. Rocío me reclamó con un sonidito ahogado desde su lugarcito junto a la ventana. Me acomodé el cabello y huí del salón como quien huye de la muerte el día más feliz de su vida. Me quedé quieta, escuchando mi respiración que se agitaba un poco con cada inalación de vida. Escuché el sonido de la puerta, un chirrido muy común en todas las puertas de humanidades, un chirrido armonioso y balanceado como cuetes avecinandose vertiginosamente a la extinción. Luego la caida de un pie - un latido fuerte- el otro pie - otro latido fuerte- y una serie de pasos contunuados y relajados como el mismísimo creador de ellos.

- Hola

Y me quedé fría, temblorosa, inamovible e igual de ruborizada que siempre que me observa solo que esta vez, despues de sus letras en acto dispositivo a título gratuito... esta vez... no tuve más que sonreir con el despliegue más luminoso de destellos que jamás antes hubiera emitido =).