28 de enero de 2005

ayer, que se me pasó.

Ayer estuvo nublado de nuevo, solo con la diferencia de que esta vez el cielo vomitó mucha agua. Mamá le recomendó una medicina.

Ayer nos encontramos una calle llena de nada mientras andabamos en el bochito rojo en los límites de la ciudad; lo que hicimos fue llenar la calle con unas cuantas palabras, gritos y risitas coquetas.

Ayer, además, hablamos de cine, de libros y de la vida. Descubrimos que de los libros se hacia cine y el cine llenaba muchas vidas... claro, también parece llenarlas esa telenovela estúpida de adolescentes ricos, pero... el cine lo hace con clase.

Igual ayer, me encontré a Rilke escondiendose abajo de mi almohada. El muy descarado tenía intenciones se meterme palabras en la cabeza para que yo las repitiera insesantemente... lo logró

No solo la inercia es responsable de que las relaciones humanas se repitan todo el tiempo... indescriptiblemente monótonas e irrenovables... Es la timidez frente a una noticia, experiencia imprevisible... lo que uno cree no ser capaz de soportar. Solo quien está preparado para todo, quien nada excluye, nisiquiera lo más enigmático... vivirá la relación con el otro como algo vivo.

Por cierto, también ayer descubrí que me quedaba mucha tarea por hacer -_-

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