La nostalgia me entró de noche, casi al mismo tiempo que una de esas sesiones agotadoras de recuerdos infructuosos. Recordé cómo dormíamos en la misma cama, y cómo nos quedaban los mismos zapatos. Y de pronto quise tenerla de vuelta, para reirme y escucharla hablandome de sus aventuras de niña normal. Cómo la extrañaba a esas horas de la noche! Se parecía un poco a cuando se había ido a la India. A veces se sienten esos recuerdos dulces al mirar hacia atrás, impregnados de cariño, con el brillo de la ingenuidad... y al final, ese sabor amargo que deja el edulcorante.
Me la topé en messenger en la mañana, a eso de las 7. En Francia quién sabe qué hora era? y yo con mi horarios de anciana! Nos saludamos, después de lo que parecían siglos de no dirigirnos la palabra. Pero no sabe igual...
9 de noviembre de 2009
Recuerdo Edulcorante
En el cajón de
conversaciones,
cosas que no se me van a olvidar,
Explicaciones,
gente,
Memorias de Estudiante,
Mis roomies,
monologos
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