18 de julio de 2008

Entre sueños

El suelo estaba frío, y la manera en la que lo toqué con las puntas de los piés (un segundo antes el derecho que el izquierdo) fue muy similar a los besos tiernos que aniquilan los miedos con su electricidad azul y amarilla. Miré hacia abajo, como buscando un gélido charco que hubiera reflejado las estrellas de mi techo nublado eternamente, pero no estaba. Moví las alas, con un sonido de gotas sobre cristal y me alicé el cabello con los dedos. Algo, antes de dormir, había sido particularmente estimulante. Mientras me levantaba para acercarme a la ventana, buscaba recordar, y lo logré únicamente al encontrar entre mis pestañas unas lagrimitas condensadas por andar en sueños intergalácticos. Habían intentado escapar cuando te dije que aún te quiero, pero la verdad... es que no sabían a donde ir.

1 comentario:

Shinji dijo...

Adivino que esto es mas surreal de lo que pueda interesarme. sabes, a veces el lector necesita un contexto. aun asi la prosa es buena.

Saludos!
:D