19 de mayo de 2008
A quien corresponda
Estar aquí es dificil. Hay que lidiar con el calor, con el encierro, con los días cortos y los programas de TV fáciles; hay que lidiar con las soledades del alma, con las llamadas vacías y con una conciencia somnolienta las 24 horas. Siempre llego a desmenuzarme el corazón y a ver a un muso que cada día intento ignorar más y pienso que tristemente estas ganas de ignorarlo hacen que mis sobresaltos de rubores que combinan con los atardeceres se hayan esfumado sin dejar ninguna nota. Los únicos sobresaltos que me quedan son aquellos que me causan los recuerdos de lo anhelado... Nisiquiera tengo cercanos los recuerdos reales... Es tan triste y tan dificil. Me siento como planta marchita.
En el cajón de
descripciones,
Explicaciones,
hipocondrias,
Naturaleza aplicada,
Recuentos,
Retratos de familia,
secuelas
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1 comentario:
Siempre he sentido que la caída de la tarde (el crepúsculo del atardecer) es el momento en el que la magnifica naturaleza inexplicable y misteriosa de este universo se concentra en el cielo.
...
Aveces las plantas se marchitan cuando el sol les da de más, cuando no les da el sol, cuando les falta agua o cuando se ahogan... después con un poco de equilibrio retoñan y lucen mas bellas de lo que alguna vez lucieron.
Un pedazo de pastel de chocolate imaginario con buena vibra por allá.
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