Enamorado te vi. A lo lejos, entre el frio y bajo la luz azul de la esquina. Quise llorar, pero me quedé fuerte observando... Me viste. Ella sonrió. Te acercaste, para darme la explicación que no te iba a pedir, y te dije.
- Gracias por entrar a mi vida.
- Perdón por salír así.
Y desperté llorando, viendo las luciérnagas que se morían con un Plop que el muso habia nacido de muchas botellas de jabón. Estaba junto a mi, observándome con sus ojos etereos. Murmuraba despacito, con un montón de cristales entre las manos como rezando. Nos miramos tristemente y me dijo.
- Nadie te va a romper el corazón mientras yo pueda hacer que sea sólo una pesadilla.
Entonces todas las luciérnagas se apagaron y me volví a dormir.
31 de octubre de 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
7 comentarios:
las lucierganas, no son los unikos bichos ke brillan en la noche..
Ana.
Tú no necesitas a nadie.
Pero yo sí.
¿POR QUÉ NO PUEDO SER TÚ?
hola, menos mas que alguien te protege.
saludos
¿por que te agobio?
en otro lado: quede con asom brado con este escrito.
saludos.
gomitaaaaa!!! por fa si puedes pon un post sobre tabasco, en verdad necesitamos ayuda, aki dejo el mio
http://elmundillopsicodelicodeflower.blogspot.com/
segura q era jabón??..... los cristales..... imágenes q me drogan!!
siempre me pregunto si te pasan esas historias o sólo las inventas... finalmente creo que eso no importa, siempre es lo mismo a fin de cuentas hehe... pero eres buena escribiendo, eso que ni qué.
Saludos fugaces como las del otro día en la bici jajaja ciao!
Publicar un comentario