1 de septiembre de 2007
Las puse en una coctelera. Muy ordinario, lo sé; pero fué lo mejor que se me ocurrió. Resultó algo plateado y muy luminoso que me tomé de golpe. Sola, adivinando donde están los puntos de referencia para seguir de pie. Me pegó. No supe qué era. Sonaba a miedo, sabía a nerviosismo, pero me ponía feliz. Me quedé quieta para que todo se desvaneciera.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
mmmm..... creo q lo he provado, pero tal vez no jejeje.. dime dime, y si se desvaneció???
Sonaba a miedo, posiblemente ginebra Tanqueray, sabía a nerviosismo, Vermut. Te tomabas un buen Gin MarTini de sentidos sueltos.
Creo que no se te va a olvidar..
¬¬ porque siempre piensan en alcohol?
exacto... con la espera, todo se desvanece, o, cambia... :)
Publicar un comentario