La pRes-miDi

Al muso le impresionó que cambiara mi forma de escribir la "A". Y tmb, según me cuenta, le impresionó el hecho de tener que subir tres pisos de escaleras para encontrarme. Tuve que recordarle que en el 3120 de la Estero Barrón, tenía que movilisar con rapides y armonía sus suspiros para avanzar verticalmente 19 escalones del piso siempre fresco, eso además de las precauciones que debía tomar contra mi madre, mi padre, mis hermanas, mi perro, la tortuga y mis fantasmas, que no lo querían para nada.

Pero el muy necio insistía en quejarse de su boba cara de impresionado al decir "3 pisos!!", indignado. No pude hacer más que señalarle la ventana para recordarle que era toda su culpa haberse deshecho de las alas en una apuesta contra mis sueños.

-Y qué me dices de la llave? - espetó

Tuve que alargarle de mala gana la tarjeta amarilla que ahora era lo único que me hacía entrar al departamento. Me contó que no le gustaban los edificios, que no le gustaban los muchachos que jugaban abajo, que no le gustaba la lista de películas para rentar y que por sobre todas las cosas no le gustaba la mirada curiosa de la recepcionista al mirarlo pasar tan altivo.

- Es culpa tuya. Tú, tu facha de sabiondo y tu pesada conciencia cargada de recuerdos sin mi. ¿Cómo querias que te miraran?

- Con respeto!- Respondió eso y algo acerca de que el mundo no lo merecía lo suficiente y que jamás podría vivir de la manera en la que estaba viviendo yo, conviviendo tanto con tantos desconocidos y por obligación. Lo escuché, a fin de cuentas he aprendido que si algo queda de sobra, es callarlo. Callarlo y ponerlo quieto. Que siempre termina metiendo los dedos a lo que estoy preparando o la boca a lo que estoy tomando.

Y entró, dice. Y todo era un desastre entre cocina, sala y gente. Y el baño tenía muchas cosas de niñas, muchos maquillajes de colores y muchos aparatos para cambiar las fotografías de lacias a rizadas y de rizadas a .. Dios sabe qué!

- y tú? y tú donde estabas?? Te dije que llegaría, y siempre me dejas esperando.
- Siempre te quejas
- Siempre llueves
- Siempre cansas!
- Siempre...
- Que pasó después?- Interrumpí.

Después se encontro una puerta cerrada. Una, dos, tres, cuatro. Una puerta pesada y fea, sin cerradura y por la que no era posible escurrirse entre rendijas. Fastidiado, Enmulado y enojado (y otros ados...) se quedó petrifiado en medio del pasillo, entre el ajetreo de idas y venidas del 304 y el 302. Entre las miradas quisquillosas y algunos ahogados comentarios acerca de su parecido con...

- Y se abrió la puerta!

Así sin más se abrió la puerta del D303, sin más y a merced de un caprichoso viento que misteriosamente decidió hacerse presente a las 7:36.

- Y qué me encuentro?
- Pues a mi...no me buscabas?
- pues no!
- No?
- Ya no eras tú.

Era un cielo morado, con nubes verdes a travez de una ventana abierta, adornada con lamparillas moradas. Dos camas. Una azul y otra morada. Música en frances. ¡Música en frances! con lo que odio a esos pasteleros!. Y resulto ser una película despeinada de tanto verse, una película en una lap top con un corazon palpitante pintado de rosa. Una flor seca en el escritorio. Un libro viejo en la repisa!. Un vestido verde para primavera, un abrigo rojo para el invierno... bufandas y guantes de colores. El viejo oso Café. El pelo menos largo, más cuidado. La lluvia mirandote como diva, mientras tú le gritabas por hacerse esperar. Y tú al final, cuando ya no eras tú. La sonrisa más confundida y menos facil, los pantalones más flojos y más arrugados... Fotografías. Aromas nuevos y una mirada muy conocida.

- y eso qué?
- Ppues qué? tmp muchas ganas de verme!
- Ya llueve...
- Ya llueve, y vas a salir?
- Acostumbrate! y no deshagas maletas, vienen las vacaciones.

- soon tiempos difíciles para los soñadores...