Sentada. Sentada viendo a los de abajo. Sentada viendo a los de abajo, a esos de zapatos blancos. Los de abajo. La verdad, los de abajo siempre están plantados, y les termina placiendo más correr descalsos. Descalsos, creandose escaramuzas con el pasto y levantando mil olores que se enredan en las faldas. Y abajo... abajo no hay nada, nada más que el piso, que piso con los de abajo. Y abajo se quedan los de abajo, hasta que llegue el muso para tumbarme completa y para ponerme con los de abajo en la cabeza, donde la vdd... ahí solo van los de arriba.
Siempre decimos. Decimos... decir, querido muso, no hace nada. Actua, que si no? yo empiezo. Y sí, menso, puedo exponer descalsa, por el simple hecho d que se me pega la gana!
28 de abril de 2006
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