27 de septiembre de 2005

Desde la playita =PP

Una termina cambiando, hay que aceptarlo.

Siempre tuve la idea de que volver al pasado y ser feliz como lo fui en mis años de tardía secundaria sería lo mejor que pudiera pasarme, pero ahora que estoy aqui, que tengo poco tiempo para deprimirme y mucho para querer a la gente, me doy cuenta de que estuve muy equivocada.

Talvez haya sido divertido cambiar de muso cada dos semanas, pero puedo asegurar que es más divertido verlo bailando salsa con campanita. O que me abrace y ridículamente me llame *****, o que me pida besos cuando me enojo con él. Puede que siga siendo irreal la idea de convertirlo en muso, pero es minimamente más física y palpable. Y ahora sentir que no importa si no es mio, pero que sea de alguien y que sea feliz, y yo pueda ser feliz viendolo es reconfortante; un poco más que imaginarlo quien sabe donde pensando en mi.

Ya me hacía falta un cambio, tengo que aceptarlo. Y esque apenas como lo hice, cambiando de lugar, me pude dar cuenta de que todos los cambios que habían sucedido en mi desde la fatídica tarde en que me avandoné han sido también cambios buenos y no solo cambios que me lleven a extrañar mi remoto pasado.

Hay gente que creé que su lugar está con su familia, con sus amigos de toda la vida, donde aprendió a conducir, donde quiso por primera vez... y no los culpo, los envidio. Porque Dios los puso justo donde debían estar para sentirse en su lugar, y a mi no; porque la vida los hará hablar de aquellas calles viejas que caminaron veinte millones de veces, y que las caminaron sus abuelos, y sus padres, y muy posiblemente sus hijos; mientras que yo aprenderé un poco más a sentir gris y a ver todas las calles iguales en lugar, pero diferentes en escencia, y podre recordar diferentes calles cada vez que pase por la misma. Y extrañamente, a pesar de que soy un alma vieja; podré decir a los 17 años que los mejores días de mi vida son los de hoy, y no los de mi secundaria o mi preparatoria. Y que las mejores personas de mi vida no están reunidas para mi cumpleaños, y que no habrá mantas por boulevares transitados... pero eso sí, resiviré llamadas, mensajes, e-mails y pensamientos desde tijuana hasta chiapas, y correré con la suerte de tener a quien recurrir en demaciados lugares, en demaciados problemas y demaciadas circunstancias. Divino... quien fuera yo, para poder decir que ya no soy de ningún lado, que ya no soi la misma huraña de siempre, que ya no sé lo que se espera de mi, que ya no me conosco... pero que me voy a divertir mucho por eso mismo.

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